Desarmar

Por una talquera
Por una talquera

Necesitaba una talquera, en lo posible recargable. Siempre me olvidaba de comprar.

Desarmar una casa es un random de recuerdos propuesto por quien decidió guardarlos, revelaciones escondidas de quien ya no está, un tumulto de cosas que no querés conservar pero que te hace ruido descartar sin más, olores impregnados, pedazos de historia… Y se complica…

A punto de irme, recordé el asunto de la talquera y abrí el bajo-pileta del baño. Había una talquera, sí, pero había montones de cremas caras, perfumes, maquillajes… Muchos me traían recuerdos, como tantas cosas allí, pero sobre todo, el asombro. Mi mamá no era de tener gran cantidad de cosas, pero está claro que eso no aplicaba a la perfumería. Dios sabe qué la llevó a tener tantos productos de cosmética. En todo caso, por una talquera, apareció todo un kit de belleza…

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